lunes, 14 de abril de 2008

PIROMANOS


La innovación, como todo en esta vida, es cuestión de necesidad. Dicho de otra manera: una organización no puede estar en continuo estado de alerta por innovación, entre otras cosas porque no sobreviviría a las cuentas del primer trimestre.

Pero una cosa es innovar por necesidad y otra por obligación. A quienes practican este segunda opción los denominamos en el argot del gremio “apagafuegos” y de ellos ya hable en mi serie de post Tribus de la Innovación.

Innovar por obligación es lo mismo que decir innovar sin convicción. No queda más remedio, así que… Los resultados nunca dejan de ser discretos y, por supuesto, de dudoso valor añadido por lo que se reafirman en sus posiciones y hasta la próxima obligación. De hecho, es dudoso que aporten algo porque casi siempre llegan a procesos miméticos con alguna pequeña nota diferenciadora.

Este es el TERCERO DE LOS ERRORES CASI MORTALES:

SI ERES UN APAGAFUEGOS ACABARÁS PIRÓMANO

Y es que como decía mi abuela: quien juega con fuego se mea en la cama.

Buenos días y buena suerte.

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