No hay nada comparable a un gobierno que se preocupe por sus ciudadanos. Pero este no es el caso desgraciadamente de la Junta Militar que gobierna, perdón exprime, a los ciudadanos de Myanmar, antigua Birmania.
Estos espadones no sólo desoyeron las advertencias de India sobre la proximidad y consecuencias del ciclón Nargis sino que han preparado las cosas para que los supervivientes al desastre tengan asegurada el hambre en los meses futuros.
Y es que los birmanos no van a disponer de reservas de arroz aunque biocombustible van a tener para dar y regalar. Bueno, esto último es un símil ya que los dueños del mismo son los espadones de Than Shwe. Este fulano, por no emplear una palabra más gruesa, se ha dedicado en los últimos años al floreciente negocio de la sostenibilidad y el ecologismo. Y para ello ha inundado el país de jatrofa, planta oleaginosa capaz de producir cuatro veces más biocombustible que el maíz.
Estas son las bondades de contar con líderes místicos portadores de sables.
Buenos días y buena suerte para los birmanos.
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