domingo, 18 de mayo de 2008

ELECTRICAS IRRESPONSABLES


Los publicistas españoles siempre se han caracterizado por su vena creativa con destellos sublimes, pese a los detergentes, grandes superficies y perfumes, porque también hay que vivir dignamente. Pero, y siempre hay un pero, en las últimas semanas no han dado demasiadas muestras de carácter innovador en sus planteamientos para las campañas de las grandes eléctricas del país.

Tanto la campaña de Iberdrola como de Endesa adolece de colosalismo, triunfalismo y un sorprendente coleguismo que asombra. Aunque probablemente las subidas tarifarias que se avecinan tengan algo que ver en ello ya que va a ser difícil de digerir el 12% que se prevé frente al 20% reclamado por Pedro Rivero, presidente de la patronal.

Ambas campañas respiran un sospechoso tufo de optimismo desmesurado en un momento en que no está el horno para bollos. Y es de sospechar que lejos de hablar de optimistas mal informados, estemos ante un club de pesimistas interesados. Tanto los anuncios televisivos de Iberdrola y Endesa recuerdan la jelly cursilera de los happy- ends de las películas americanas: todos somos buenos y si lo hacemos juntos, pues seremos todavía mejores. Sólo faltaba la bandera corporativa ondeando al viento como trasfondo de tanta felicidad. Quien suscribe ha tenido la oportunidad de entrevistarse con altos directivos de las eléctricas a lo largo del año y puedo asegurar que no hay tanto optimismo contenido.

La dura realidad es que los españolitos no estamos tan identificados con estas corporaciones y, menos aún, con la cruzada medioambientalista en la que parecen incluirnos. Necesitamos más dosis de realidad, mayor información que podamos procesar en conocimiento y un mayor esfuerzo emocional con los más jóvenes que, de momento, no están dispuestos a renunciar a su identidad tecnológica aunque está ponga en serio peligro otras cosas.

Harían bien ambas corporaciones en reducir sus inversiones en comunicaciones hollywoodenses y ponerse a desarrollar acciones innovadoras que refuercen estas carencias. Hay una cosa que se llama RSC – Responsabilidad Social Corporativa que puede ser un auténtico filón al respecto, siempre que se innove su sentido y fin, alejándose de planteamientos de obra social.

Si quieren colaborar, olvídense de vendernos su imagen de colosos. Desciendan a ras de suelo y perciban que se necesita. No duden que todos se lo agradeceremos y, además, les va a salir considerablemente más barato y rentable que toda esta parafernalia cursi e inútil que están desplegando.

Sería injusto acabar estas líneas sin hacer justicia a Repsol. Su campaña, capta, comunica y lo que dice es cierto además de creativo. Por otro lado, la invitación a Intermón Oxfam a sacarles los colores en su última convención de directivos es, al menos, un gesto innovador.

En el fondo, como diría Austen, todo es cuestión de Sense and Sensibility

Buenas tardes y buena suerte

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un ejercicio de realidad el que ha hecho usted en este artículo que más de un directivo de ambas empresas debieran leer.
A falta de sentido y sensibilidad, hay mucho mal gusto en ambos casos.
De nuevo, mi felicitación por el artículo.
Fernando

Anónimo dijo...

Si realmente hubiera voluntad de innovar aportando valor social su imagen mejoraría mucho más que con estas patochadas
Robert

Anónimo dijo...

Trabajo en Iberdrola en un área muy cercana a la innovación. Se que usted estuvó hace unos meses en nuestra sede de Madrid, luego sabe de qué habla.
Efectivamente, no hacemos demasiadas cosas y, menos innovadoras, en RSC cuando tenemos un campo inmenso y con responsabilidad directa. Pero, si yo le contará lo que nos sale el "barquito" y el escaso retorno obtenido.
Felicidades por su visión y por su blog.
XXX

Anónimo dijo...

El spot de Iberdrola es un calco a los de Coca - Cola de los años 80. Poca creatividad y mucha fanfarria.

Anónimo dijo...

XXX, yo también trabajo en Iberdrola y efectivamente el barquito , como le llamas, nos ha costado como si fuera el Queen Mary.
XXXX